Siempre tratamos de solucionar nuestros problemas, y salir ganando además. No nos conformamos con una solución en la que ambas partes del problema, por que siempre hay dos partes, tengan que ceder un poco. Y siempre queremos que sea la otra persona quien ceda. Es así, y lo será hasta el fin de los días.
Por ejemplo, está una pareja decorando la habitación de su nueva casa. Y esas dos personas tienen gustos totalmente diferentes. Pues bien, siempre terminaran discutiendo, ya sea por el color de las cortinas, o el de la alfombra, siempre discutirán. Y hasta que una de esas dos personas no ceda ante la otra, no cesará la discusión.
Pues bien, a mi me pasa algo parecido, he tenido un problema, y como esa persona me importa, he decidido ceder y que sea esa persona quien decida lo que sea que va a hacer, al fin y al cabo, me importa demasiado para arriesgarme a perderle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario